Así fue como descubría a investigadores tan importantes como Pelayo Quintero Atauri, Isabel Mateo Gómez y José María Caamaño Martínez, y sus publicaciones sobre las sillerías de coro.
El resultado fue el trabajo que les presento, solo algunas fotografías, pero intentaré escanearlo para quien esté interesado pueda leerlo con tranquilidad.
La sillería seleccionada para el trabajo fue la de la Catedral de Sevilla, única en la ciudad gótico-renacentista.
Ese fue el inicio, luego vendrías investigaciones que han puesto de manifiesto la situación de abandono en la que se encuentran muchas sillerías de coro en Andalucía.
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